Irma Hernández, de apenas 20 años, es jugadora del Alianza Women en la Liga femenil de fútbol de El Salvador. Irma siempre es apoyada por su padre, un vendedor de dulces, quien confesó “no vendí nada, pero me siento muy feliz por mi hija”.
Alianza Women alcanzó el bicampeonato en la Liga, después de derrotar a FAS en la final. En medio del fervor de la celebración de las jugadoras, se encontraba Amílcar Hernández, padre de Irma Hernández.
Amilcar logró ingresar a la cancha e incluso festejaba más que las mismas jugadoras. Eso sin descuidar su tan valiosa herramienta de trabajo: su montón de dulces para vender en los autobuses y estadios.

A pesar de eso, Amilcar no pudo vender nada en toda la noche. Esto debido a que durante todo el juego estuvo alentando a su hija, quien juega de lateral derecho y jugó todo el partido.
“No vendí nada durante todo el juego por estar pendiente de lo que pasaba en la cancha. Los nervios me ganaron. No pude ni sentarme, estaba muy emocionado. No me perdí ni un segundo del partido. No vendí ni un dulce, pero no me arrepiento de nada, me siento muy feliz por mi hija”
declaró el padre aficionado
Una familia unida
La joven Irma también disfrutó mucho aquella noche. Durante la celebración, las fotos y al recibir la medalla de ganadora, estuvo siempre junto a su papá abrazándola. Era un logro en familia.

(Foto EDH/Jorge Reyes)
Mucha gente se conmovió con la tierna historia de la jugadora y su papá, entre ellos el presidente de la FESFUT, Hugo Carrillo: “Son de esas tiernas historias que suceden en el fútbol” expresó. Al final de la noche, Carrillo se acercó con Amílcar para comprarle algunos dulces, con la intención de apoyar al tan orgulloso padre: un campeón más de Alianza Women.

Sacrificios y frutos del trabajo duro
El señor Hernández lleva 22 años vendiendo dulces. Gracias a su oficio, ha podido sacar adelante a su hija quien además de ser bicampeona, se encuentra estudiando la carrera de Educación Física en la Universidad de El Salvador.
