Tradicionalmente, los cargos de síndicos y regidores parecieran ser una especie de vacaciones pagadas (por tres años), para los acreedores a tal responsabilidad. Una vez obtenido el cargo, inicia una luna de miel que se extenderá por tres años en los que regularmente, nuestros síndicos y regidores jamás dan cuenta de su actuación a la ciudadanía que los eligió.
Curiosamente, la comunidad en general ignora las responsabilidades a que se someten estos funcionarios públicos. Sin embargo, lo interesante es que tanto síndicos como regidores, parecen ignorar que su función no consiste únicamente en asistir a las sesiones de Cabildo, hacer unas cuantas participaciones, votar, atender a los ciudadanos que cotidianamente necesitan ayudas de todo tipo, tomarse fotos de cumpleaños en la sala de Cabildo (pal feis), y retratarse con el Alcalde. Así, la gente desconoce que dentro del Cabildo existen Comisiones. Según la reglamentación; el Ayuntamiento, durante el mes de octubre del año de la elección, nombrará entre sus miembros (regidores) comisiones que vigilarán el ramo de la administración municipal que se les encomiende, comisiones que los regidores deben desempeñar y de cuyas tareas deben informar al Cabildo en las sesiones. Las comisiones tienen por objeto el estudio, análisis y la elaboración de dictámenes y/o propuestas al Ayuntamiento en pleno, a efecto de atender los problemas de su conocimiento de los distintos ramos de la Administración Pública Municipal.
Por ejemplo: se encuentran las comisiones de Hacienda y Gasto Público, de Gobierno y Seguridad, de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, de Servicios Públicos Municipales, de Cultura, entre otras. Estas Comisiones deberán sesionar por lo menos una vez al mes y, deberán rendir un informe anual de sus tareas.
Además, deben proponer al Ayuntamiento, un plan anual de trabajo de sus respectivas comisiones y podrán generar propuestas para las diversas áreas de la administración municipal; así como la adopción de las medidas que estimen pertinentes para el mejor desempeño de sus funciones.
La ley dice que deben vigilar el ramo de la administración municipal que se les encomiende. Sobre lo anterior, el diccionario de la Lengua Española dice que vigilar, es velar sobre una persona o cosa, atenta,
exacta y cuidadosamente. El mismo diccionario, pero de sinónimos, dice que velar, es: vigilar, cuidar y proteger.
Es decir, que cada uno de los regidores, está obligado a vigilar, cuidar y proteger atenta, exacta y cuidadosamente, el ramo de la Administración Municipal, que se les ha encomendado.
En este sentido, deberíamos los riobravenses, estar frente a un grupo de personas cuyo trabajo debe reflejarse en la cantidad y calidad de servicios que tienen que ver con la responsabilidad del gobierno Municipal.
Quiero pensar, por ejemplo: que la Comisión de Obras Públicas del Cabildo de Río Bravo, debería estar trabajando en ofrecer propuestas y soluciones digamos, al problema de la pésima situación de las calles en nuestra Ciudad. De igual manera, la Comisión de Cultura debería por ejemplo: ver las lamentables condiciones de las bibliotecas públicas, para mejorarlas y dar los mejores servicios posibles a la comunidad. También, la Comisión de Transporte, por citar otro ejemplo: debería ver por qué los concesionarios de transporte no cumplen con la responsabilidad de ofrecer un mejor servicio a la población y, por qué dejan de hacerlo cuando aún hay pasaje (motivo por el que se puede cancelar una concesión, según la ley, no cumplir con el servicio).
Estos ejemplos nos muestran con claridad que el diseño del gobierno municipal, de acuerdo a la Ley, no se cumple. Que si los regidores cumplieran las obligaciones que aceptaron cumplir (y que en su toma de protesta ratificaron, jurando hacerlo), tendríamos una mejor calidad de vida en el Municipio de Río Bravo.
Es decir, que para estas fechas, cada una de esas comisiones debiera haber sesionado por lo menos unas once veces, en las que ya se hubiesen presentado, discutido y ofrecido soluciones a los problemas que sufrimos en el Municipio. Que si hipotéticamente existieran unas 15 Comisiones, ya se habrían celebrado más de 150 juntas en diferentes ámbitos de la función pública, de las que se verían ya los resultados en el Municipio.
Pero es el caso, que al día de hoy, han pasado unos 250 regidoras y regidores por los cabildos riobravenses, desde 1962 a la fecha, que desgraciadamente la inmensa mayoría de ellos (con toda seguridad los de las últimas administraciones), no han cumplido con lo que la Ley mandata.
Lo peor, que ha habido casos de estos funcionarios públicos, que sólo se han presentado a cobrar en los días de quincena, y a hacer presencia silenciosa en las sesiones de Cabildo.
Contradictoriamente, se ha dado el caso de que al pedir a algunos regidores (y regidoras), que cumplan con su responsabilidad o que informen sobre lo que hacen; los aludidos suelen ofenderse, hacerse las víctimas, acusar de lo que se les ocurre a quien les pide trabajen, también hacen rabietas y finalmente quien les inquiere, termina siendo responsable de todas las desgracias de aquel pobre y sufrido funcionario que cobra unos 44 mil pesos mensuales.
Esto sucede porque el problema está viciado de fondo. La integración de las planillas en las campañas electorales, no se hacen por capacidad ni por un proyecto de trabajo, ni para servir a la comunidad, sino por incondicionalidad, compromisos políticos, amiguismo y compadrazgo. Finalmente, estos servidores públicos terminan siendo estrellitas en algunos medios, quienes con toda suerte de adjetivos labiosos, celebran “el altruismo” de unos, de otros que “son muy activos” y de otros más que “impactan”, “impresionan” o “emocionan”…
Las consecuencias de la irresponsabilidad en el ejercicio de la función pública (ni modo que en una maquiladora le permitan cobrar sin trabajar), es que cada una de las Comisiones sobre las que debiera descansar el buen ejercicio de un buen gobierno, simplemente no funcionan y, las consecuencias de ello las tenemos a la vista.
Un municipio atrasado, inundado de tierra, con malos servicios públicos, calles del siglo antepasado, opacidad en los dineros públicos, desorden vial y social, invasión de áreas verdes por tianguistas, cero desarrollo y planificación en arte, cultura y deporte, etc.
Pero que cuenta con un grupo de funcionarios públicos bien pagados, quienes por desgracia no cumplen con su responsabilidad.
Y bueno, Usted los pudo ver pidiendo el voto, sonrientes… jurando servir y “hacer el cambio”, prometiendo lo que desgraciadamente no cumplen y que al final del día nos dejarán peor que antes y, conste que no me refiero particularmente a los que están en funciones, sino a todos los que han pasado.
Pues bien, si Usted me pide la receta para mejorar las condiciones de nuestro abandonado, saqueado y atrasado municipio, se la voy a decir: Debemos obligar a trabajar al Alcalde en turno, a los síndicos y regidores… ¿Cómo? Conociendo de sus obligaciones como funcionarios, del ejercicio de nuestros derechos como ciudadanos y aplicando lo que la Ley nos permite y a ellos obliga.
Conoce a los síndicos y regidores aquí.