Un accidente marcó su vida, pero Eva María lucha por sus sueños porque sabe que ella es mucho más que sólo una pierna; es un alma noble que se fortalece con el amor de su familia.
La historia de esta ejecutiva de ventas en la empresa COCOjewelry, se dice fácil pero Eva María lucha por sus sueños y metas desde el día que un trágico accidente vehicular le arrebató una de sus extremidades.
Ahora a sus 43 años de edad, siendo madre de dos hijos, mira al pasado con sabiduría y un mensaje de esperanza para otras mujeres.
“Somos una creación maravillosa, estamos hechos a la semejanza de Dios. Yo no soy una pierna, nadie es una mano, ni un seno, nuestra esencia es única y pues hay que brillar”, dijo para En Río Bravo.
Sin embargo sabe reconocer que el proceso de duelo y reconciliación no es sencillo.
Sufrió durante muchos años severos problemas de depresión y sobretodo del llamado: “Síndrome del miembro fantasma”.
Esta condición se caracteriza por un cuadro de sensaciones como dolor, picor y sensación térmica, en la zona donde antes estuvo el miembro pese a ya no tenerlo.
Eva María califica a su experiencia como un suceso traumático.
Hoy en día agradece a Dios y a su familia por ser sus principales pilares, los cuales la hacen sentir amada, alegre y muy guapa.
Ella es una de las cientos de guerreras que habitan la ciudad de Río Bravo, es parte de todas esas #MujeresQueInspiran.
¿Conoces alguna mujer que te inspire a ser mejor cada día?